La actividad física es trascendental para tener buena salud, y lo primero que se recomienda para empezar o como rutina, es salir a correr. Esta actividad es importante porque al ser un ejercicio aeróbico, conlleva múltiples beneficios para estar en forma, reducir enfermedades cardiovasculares. Además, contribuye a evitar la hipertensión vascular y mejora la capacidad de sueño a mismo tiempo que disminuye el estrés diario que es unos de los principales problemas del siglo 21.
De acuerdo a un artículo publicado en Nature Medicine. cuando se lleva a cabo actividad física intermitente vigorosa se tiene la posibilidad de contar con una mejor calidad de vida. En ese orden, correr está dentro de estas consideraciones, pese a que tiene beneficios, también representa algunas dificultades.
Para los conocedores del tema, correr potencia al cuerpo, pero en especial a las extremidades inferiores. De acuerdo con el portal español Sanitas, esta acción la puede efectuar cualquier persona y no se necesita de habilidades especiales para cumplir con el cometido. En adición, tampoco se requiere de elementos costosos, pero la recomendación es hacerlo con tenis o calzado deportivo que sean muy cómodos.
Vale aclarar que una cosa es correr de manera intermitente y otra muy diferente es practicarla todos los días. Para el segundo caso, se debe tener en cuenta que los entrenadores en rendimiento físico recalcan que siempre hay que descansar, por eso es que las rutinas tienen días de reposo para que el cuerpo se recupere adecuadamente. Además, si una persona sufre de problemas cardiovasculares o problemas de respiración, correr todos los días no es adecuado. Por otro lado, si se cuenta con un buen rendimiento y condiciones estables en términos de salud, correr todos los días permite bajar de peso, combatir la ansiedad y el estrés.
“Correr puede desgastarnos y hacernos más propensos a padecer lesiones, sobre todo en articulaciones como rodillas o tobillos”, explica Mireia Tomás Lodeiro, licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Por lo tanto, es imprescindible escuchar al cuerpo para que, al momento en el que esté cansado, prescindir de la práctica de correr día a día.