La recolección de tapitas de refresco ha servido para concientizar sobre la importancia del reciclaje, pero también ha puesto en evidencia el consumo desmedido del plástico PET (Polietileno de Teleftarato). Esto representa más del diez por ciento del total de los residuos del planeta, por lo que hacer esta práctica es fundamental para colaborar y así la contaminación ambiental.
En México, por ejemplo, se venden unas 25 millones de botellas de este tipo de bebidas cada día de la marca más importantes de refrescos del mundo. Ante esto, las recomendaciones que hacen desde las organizaciones recolectoras y cooperativas es separarlas por color.
Por un lado pagan más por las tapitas separadas y por el otro permite que las máquinas recicladoras identifiquen de manera más rápida. Además piden que las guarden en cajas, ya que eso facilita y agiliza el proceso de selección. Sin dudas es uno de los métodos más populares para el reciclaje urbano y una forma de atacar uno de los problemas más grandes para nuestro planeta.
Hay organizaciones como “Transformando Somos Más” y “Banco de Tapitas” recolectando millones de tapitas de plástico. Emilio Serrano Jiménez, secretario general de la asociación civil transformando Somos más, señaló que es hacer obras en beneficio de quienes más lo necesitan a través de la donación.
"Con el producto de las tapitas les dan terapias y tratamientos a niños con cáncer, niños que no nos conocen, que no conocemos, pero sí sabemos que existen y el trabajo que hagamos va a servir para ellos”, expresó.
En el país existen más de cien ‘Puntos de entrega’ distribuidos en todos los estados, donde las personas pueden acudir a donar sus tapitas, una vez que son recolectadas, éstas viajan a una de las ocho bodegas que tiene la fundación (Mérida, Cancún, Tlaxcala, Puebla, Querétaro, Guadalajara, Estado de México y la Ciudad de México), y posteriormente, 95% del material recabado se destina a empresas recicladoras, mientras que el resto es reciclado por la misma asociación.