Aquí en México, un país caracterizado por su rica diversidad cultural y una amplia gama de tradiciones y actividades turísticas que atraen a numerosos extranjeros, existe un fenómeno curioso: entre la maraña de apellidos que se originan por el mestizaje y la llegada de nuevos habitantes, aún prevalecen algunos nombres de familia que se repiten con sorprendente frecuencia.
Estos apellidos comunes, que han mantenido su arraigo a lo largo del tiempo, tienen raíces profundas que se remontan a la época de la conquista española. En efecto, algunas de las familias más antiguas y prolíficas han transmitido sus apellidos de generación en generación, de tal manera que es muy posible que muchos de los lectores de esta nota posean uno de estos apellidos de larga tradición.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el último censo realizado en 2021 reveló que en México existen alrededor de 34 mil apellidos diferentes. Sin embargo, entre este abanico de opciones, hay un grupo de 50 apellidos que sobresalen por su frecuencia de uso.
Entre los apellidos más comunes en México se encuentran Hernández, García, Martínez, López, González, Pérez, Rodríguez, Sánchez, Ramírez, Cruz, Gómez, Flores, Morales, Vázquez, Jiménez, Reyes, Díaz, Torres, Gutiérrez, Ruiz, Mendoza, Aguilar, Méndez, Moreno, Ortíz, Juárez, Castillo, Álvarez, Romero, Ramos, Rivera, Chávez, De la Cruz, Domínguez, Guzmán, Velázquez, Santiago, Herrera, Castro, Vargas, Medina, Rojas, Muñóz, Luna, Contreras, Bautista, Salazar, Ortega, Guerrero y Estrada.
No obstante, detrás de estos nombres aparentemente comunes y corrientes, yace una fascinante historia que se vincula a las tradiciones. Estos apellidos reflejan la herencia ancestral y cultural de aquellos que los portan. Es importante tener en cuenta que algunos de estos apellidos han sufrido cambios lingüísticos a lo largo de los años y en diferentes lugares. Por ejemplo, el apellido 'Hernández' ha experimentado una transformación debido a la evolución del lenguaje, pasando de formas como Fernández o Fernan a la variante actual, Hernández.
Así, los apellidos más comunes en México no solo son un mero conjunto de letras, sino que encapsulan siglos de historia y migración, formando parte esencial del tejido cultural y lingüístico del país.