El uso de efectivo en transacciones económicas puede suponer una forma de evasión fiscal, porque limita las posibilidades de las autoridades para rastrear el origen de esos recursos. Mientras que la utilización de medios de pago electrónicos limita las posibilidades del contribuyente de evadir el cumplimento de sus obligaciones fiscales.
Con medios de pago electrónicos el Servicio de Administración Tributaria (SAT) tiene más herramientas para rastrear sus operaciones y, al mismo tiempo, tanto el contribuyente como el potencial evasor perciben el riesgo que representa esta conducta.
A propósito de este tipo de transacciones, como en el caso de los pagos a tu tarjeta de crédito, recomendamos hacerlos a tiempo para evitar que las instituciones bancarias te cobren intereses, pero realizar los pagos en efectivo podría traerte problemas son el SAT, basándose en que no tiene forma de saber si ya pagaste los impuestos correspondientes.
Para las autoridades tributarias (SAT) es más difícil rastrear el origen del dinero en efectivo que utilizaste para pagar tus tarjetas de crédito, porque podría suponer que tienes más ingresos de los que declaraste. A esto se le conoce como discrepancia fiscal: si pagas tus tarjetas de crédito con dinero en efectivo, el SAT podría iniciar un proceso de discrepancia fiscal en tu contra.
¿Por qué no debes pagar en efectivo tu tarjeta de crédito?
El SAT ni cualquier otra autoridad tienen manera de detectar si ese dinero en efectivo proviene de una fuente lícita o si ya se pagaron los impuestos correspondientes. Además, el SAT podría revisarte por caer en el supuesto de discrepancia fiscal, que es cuando tus gastos e inversiones son mayores a tus ingresos declarados en el año.
En conclusión, lo recomendable es pagar tu tarjeta de crédito mediante transferencia electrónica, así el Servicio de Administración Tributaria (SAT), podrá identificar de dónde viene ese dinero, y si el mismo ya fue declarado con el pago de impuestos correspondientes. Recuerda que las transferencias entre cuentas propias no causan impuestos.