La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realiza estudios a productos y servicios con el objetivo de proteger la salud y la billetera de los más de 125 millones de mexicanos. En los últimos días, confirmaron que estuvieron trabajando en los aceites vegetales.
Los aceites vegetales comestibles son un producto indispensable en la canasta básica familiar. Estos se utilizan para cocinar en todos los hogares de las familias mexicanas debido a que es parte indispensable e insustituible de la cultura gastronómica de nuestro país.
Debido a que tienen un origen vegetal, presentan algunos beneficios para la salud de los consumidores como el aporte de omegas, que contribuye a la salud cardiovascular. Sin embargo, en exceso pueden ser absolutamente nocivos para el cuerpo en general.
Según indicaron desde la Profeco, realizaron una serie de pruebas que compartieron en la Revista del Consumidor. En total, analizaron 61 marcas que están disponibles en el mercado nacional para saber cuáles cumplen con las normas de etiquetado e infringen menos daño a la salud de los contribuyentes.
En total, los aceites puros y mixtos fueron protagonistas de un análisis de su composición de ácidos grasos, la temperatura a la cual humean, su resistencia a la rancidez y, como parte fundamental, corroboramos la veracidad de la información ostentada en su etiqueta.
Según los estudios de la Profeco, el aceite comestible puro de soya "HOGAR" es el peor de todo el mercado. No comprobó el contenido de vitamina E que declara aportar y además no justificó las leyendas: “Cero gramos ácidos grasos trans por porción” y “Sello Kosher Pareve”.