El Titanic fue el transatlántico más grande de su época, que se hundió en su primer viaje en 1912 y que en la actualidad, sus restos se encuentran hundidos a más de 3.800 metros de profundidad, en medio del océano. Lo cierto es que la primera exploración que se realizó allí ocurrió recién en 1985, gracias al trabajo conjunto de la compañía estadounidense Woods Hole Oceanographic Institution (WHOI) y la compañía francesa de búsqueda submarina IFREMER y no se encontraron restos humanos.
Esto hizo que despertaran todas las especulaciones de propios y extraños, ya que no se encontraron indicios de las más de 1.160 personas que perecieron en las profundidades del océano junto al Titanic. Este curioso acontecimiento ha despertado curiosidades y también ha tratado de ser explicado por diversos expertos, y se han llegado a dos tipos de conclusiones:
- La corrosión a lo largo de los años: debido a la falta de tecnología de inicios del siglo XX, las autoridades no pudieron sumergirse hasta tales profundidades para recuperar los cadáveres y entregarlos a sus familiares. Es por ello que los elementos corrosivos del ambiente, como el agua salada, y la extrema presión han podido destruir por completo los restos humanos. Sobre todo considerando que el propio barco tiene algunos indicios de desintegración.
- La fauna marina: Otra de las explicaciones están relacionadas a la fauna marina, ya que en dichas profundidades hay indicios de una alta actividad animal (aunque sean especies menos conocidas), así como bacterias nunca antes vistas, que podrían haberse alimentado de los restos de las personas al ingerir la piel y otros tejidos.
Recordemos que los restos del Titanic se encuentran en el Océano Atlántico, específicamente al sur del Gran Banco de Terranova. Este lugar está ubicado a unos 600 km al sureste de la costa de Newfoundland, en Canadá.