El Servicio de Administración Tributaria (SAT) es una dependencia de la Administración Pública Federal pendiente de la recaudación, impuestos y la vigilancia del cumplimiento de las obligaciones fiscales. Es por ese motivo que si tienes en mente la compra o venta de un auto usado en México, tienes que estar atento de cumplir con las correctas obligaciones fiscales.
En caso de no reportar la transacción del vehículo, que vendas o compres, de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), como contribuyente al SAT, podrías ser acreedor de una multa. Por lo tanto, es conveniente notificarlo a la autoridad fiscal por medio de la correspondiente declaración de impuestos, ya que evitar este paso puede llevarte también a auditorías y recargos que perjudicarían tu historial crediticio en el Buró de Crédito y dificultarían tus posibilidades de obtener financiamiento en el futuro.
Según lo establecido por el Código Fiscal de la Federación (CFF), la multa que el SAT aplicará en contra de los contribuyentes que no cumplan con esta disposición oficial puede alcanzar los mil 400 pesos hasta los 17 mil 370 pesos. Hay que tener presente que el vendedor de un auto de segunda mano es quien debe pagar impuestos al SAT por la operación de compraventa, debido los ingresos obtenidos por dicha operación.
Por su parte, el comprador del auto tiene la posibilidad de deducir los gastos de la adquisición en caso de reunir las condiciones. Además, la compraventa de un vehículo debe ser informada al fisco mediante la declaración anual de impuestos, de acuerdo con el Régimen de Enajenación de Bienes.
En otro orden de las cosas, el cálculo del gravamen a pagar se establece a partir de la utilidad de la venta y no el valor total de la unidad en cuestión. Para obtenerlo, hay que restar el valor de la unidad al monto de la operación. Cuando la venta del auto e realiza con una empresa, no se aplicará la retención de impuestos mientras no se rebase la cantidad de 175 mil pesos.