Silvio Berlusconi murió esta madrugada a los 86 años y dejó una importante fortuna que sus herederos posiblemente ya se están disputando. El político, empresario, inversor y director deportivo siempre estuvo atado a las polémicas en sus dos vidas, la personal y la profesional.
El magnate murió en su querida Milán apenas dos meses después de haber sido diagnosticado con leucemia. Fue padre de cinco hijos que tuvo con sus dos esposas: Carla Elvira Dall'Oglio y Verónica Lario. A pesar de que estaba de novio con Marta Fascina, política del partido de Berlusconi y 54 años menor que él, no hubo tercer matrimonio.
La hija mayor de Silvio Berlusconi es Marina, de 57 años. Nacida como fruto del primer matrimonio del difunto, es considerada la mujer más rica de Italia. No es muy amante de los flashes y las luces mediáticas. El segundo hijo es Piersilvio, de 54 años, quien actualmente trabaja como consejero delegado del grupo audiovisual Mediaset.
Todos y cada uno de los hijos del ex director deportivo del AC Milan tiene un cargo en alguna de las numerosas empresas del conglomerado familiar. Los tres hijos que tuvo con Verónica Lario, la actriz que ocupó millones de páginas en la prensa por sus peleas y posterior millonario divorcio, no son la excepción.
Estamos hablando de Bárbara, Eleonora y Luigi, de 39, 37 y 35 años, respectivamente. Los tres hijos trabajan en las empresas de la familia. La primera está separada, tiene cuatro hijos y estuvo vinculada a la gestión deportiva del Milan. Por otra parte, Eleonora es la más discreta del clan, vive en Londres, es amante de la moda y tiene tres hijos. Por último, Luigi se licenció en economía y forma parte del conglomerado desde que tiene 18 años.
En total, la fortuna que está disponbile para los cinco hijos asciende a los 6 mil 700 millones de dólares, según la información de la revista "Forbes". Ese dinero en el pasado situó a Silvio Berlusconi en el tercer puesto de los hombres más ricos de todo el planeta Tierra.