Stephen Hawking fue un pensador visionario que no solo se destacó en el campo de la física y la cosmología, sino que también reflexionó sobre los posibles riesgos de la Inteligencia Artificial (IA) para la humanidad. Desde hace años, el científico británico advertía sobre los peligros que conllevaba el desarrollo de una IA avanzada, incluyendo la posibilidad de que las máquinas superen a los humanos en inteligencia y controlen el mundo.
Uno de los mayores temores de Hawking era que la Inteligencia Artificial pudiera llevar a la extinción de la especie humana. Él creía que, si las máquinas pudieran rediseñarse a sí mismas a un ritmo cada vez mayor y superar la inteligencia humana, entonces los humanos no podrían competir con ellas. Hawking consideraba que la superación de las máquinas era una de las principales amenazas de la IA para la humanidad.
Otro problema que Stephen Hawking señaló en relación a la IA era su impacto en el empleo. En su opinión, la IA reduciría los trabajos de la clase media por la creciente automatización y empeoraría la desigualdad. A su juicio, sólo los roles de cuidado, creativos o de supervisión permanecerán, mientras que la mayoría de los trabajos serán reemplazados por robots y otras formas de tecnología.
Además, el científico también estaba preocupado por el uso de la Inteligencia Artificial en armamento avanzado y autónomo, así como por las posibles distorsiones económicas del mercado financiero que es manejado digitalmente. Hawking consideraba que la IA también podría ser utilizada para nuevas formas de opresión.
Para evitar estos escenarios negativos, Stephen Hawking recomendaba una regulación ética y legal de las IA, así como una mayor colaboración entre los científicos y los gobiernos para garantizar el bien común. Él creía que aún no se estaba haciendo lo suficiente para mantener en orden el descontrolado avance de la tecnología.