Florida, el estado de los Estados Unidos, empezó a liderar una serie de proyectos de ley que tienen como objetivo desincentivar la inmigración mediante restricciones bastante severas. Esto es para evitar que migrantes indocumentados se puedan radicar en tierras norteamericanas.
El Senado aprobó los proyectos de ley contra inmigración ilegal denominados "SB 1718" y "HB 1617"; mientras que ahora debe hacer lo mismo la Cámara de Representantes para que puedan ser promulgadas. El dominio allí es del partido Republicano, por lo que no se esperan muchas trabas para que salgan en las próximas semanas.
El estado de Florida es gobernado por Ron DeSantis, un republicano que busca prohibir que los indocumentados usen identificaciones que les otorgaron allí o en otros estados. El modus operandi consiste en que los hospitales reporten cualquier tipo de atención a migrantes ilegales para eliminar los gastos que se generan para el estado.
Por otra parte, en relación a la educación, Florida tiene pensado limitar que estudiantes de Derecho sean admitidos en el Colegio de Abogados de Florida. Para que sean aceptados, van a tener que tener ciertos documentos en regla.
La nueva ley contra la inmigración ilegal permitiría a las autoridades colocar en prisión a ciudadanos de los Estados Unidos que brinden vivienda o transporte a los indocumentados. Al mismo tiempo, quienes ofrezcan trabajo a personas con estatus migratorio ilegal serían penalizados y les quitarían las licencias de operación.