San Patricio es una de las fiestas más características de la cultura irlandesa, aunque desde hace siglos se festeja en todo el mundo. Cada 17 de marzo, las calles de distintas ciudades se tiñen de verde, los tréboles, sombreros y brindis con cerveza verde afloran por doquier.
Las raíces de San Patricio son cristianas, es una fiesta dedicada al aniversario de muerte del Santo Patrono de la Isla de Irlanda. A mediados del siglo XXII, millones de irlandeses abandonaron su país por la crisis económica rumbo a todo el mundo, pero principalmente a los Estados Unidos.
Para asistir a la celebración con un outfit acorde, se pueden realizar distintas manicuras que hagan referencia a esta fecha. Una de las principales alternativas es pintar toda la uña de color dorado. La idea es hacer referencia al botín de oro que, según la leyenda, los duendes dejaron hace siglos debajo de la punta del arcoíris.
Otra opción muy interesante es pintar las uñas de color verde, el característico de Irlanda que hace referencia a la isla de Esmeralda donde está ubicada esta nación. El trébol de cuatro hojas se puede conseguir fácilmente, para ello hay que hacer una cruz y de cada línea debe nacer un corazón.
Las otras dos opciones consisten en hacer referencias a este fenómeno óptico y meteorológico. Se pueden hacer puntitos en la uña con los siete colores del arcoíris, pero también se pueden trazar líneas con cada uno de los tonos para tener otra alternativa de manicura.