Cantinflas fue uno de los artistas populares más grandes de la historia de México. Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes, según su nombre completo, fue un actor, comediante, productor y guionista que consiguió simbolizar la identidad de nuestro país en su obra que lo llevo hasta Hollywood para participar de "La vuelta al mundo en 80 días".
Mientras estuvo vivo, el az de la comedia se ganó el cariño de la gente por su personaje. Gracias a eso, consiguió acumular una importante fortuna con la cual construyó una mansión lujosa en los años '50. El hogar del artista se situó en un lugar exclusivo de Acapulco.
Esta mansión no era una cualquiera, tenía un tobogán con piscina, un bar, vista directa al mar e incluso poseía un pequeño puerto en el que atracaban las lanchas que visitaban al actor. Esto era indispensable porque solo se podía llegar mendiante la vía marítima.
Una de las características principales del hogar de Cantinflas era que tenía una estatua de él mismo (con bigote, sombrero y su clásica pose) en el ingreso de la mansión. No obstante, la majestuosa casa a la cual el artista le otorgó tanta dedicación hoy en día está en ruinas.
La estructura frontal se derrumbó, apenas queda una base en pie y unas paredes adornadas de la piscina. Sin embargo, hay un elemento vital de la casa que, pese al paso del tiempo y a que la estructura está derruida, sigue en pie: la estatua de Cantinflas.
Luego del fallecimiento del rey de la comedia en 1993 comenzó una disputa por la fortuna entre Mario Moreno Isanova, el único hijo del actor, y Eduardo Moreno, el sobrino del comediante. Durante años pelearon por la herencia y los derechos de las películas, pero la casa de Acapulco quedó desplazada, no recibió cuidado ni mantención.