México tiene una gran deuda histórica con su clase trabajadora que labora en el sector formal del país. Por tanto, muchos han celebrado las diferentes iniciativas legislativas a favor de este elemental sector de la sociedad mexicana. Una de las iniciativas de reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) que más expectativas ha generado es la reducción de la semana laboral.
Primero que nada, habrá que precisar que fue hace unos días cuando los integrantes de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara de Diputados tomaron la decisión de postergar la discusión en el pleno de la iniciativa de reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) para tener una semana laboral de 40 horas.
De acuerdo a la propuesta presentada, esto se aplicaría a los empleados del sector formal mexicano, es decir, a todos aquellos empleados que trabajen para una empresa, patrón o empleador que pague impuestos al Servicio de Administración Tributaria (SAT) y las respectivas cuotas al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Hay que recordar que no a todos los empleados formales les beneficiaría la reforma a la LFT, solo a quienes cumplen más de 5 días a la semana para poder aplicarles la reducción.
De acuerdo a Héctor Márquez, el presidente de la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH), la reducción de la semana laboral mexicana estaría favoreciendo solo a unos 9 millones de empleados del sector formal aproximadamente, cuya semana laboral se compone de 6 días o más.