Elvis Presley supo ser uno de los principales artistas de la historia de la música. Obviamente, esto le dejó una importante fortuna para sus herederos. Sin embargo, tras el fallecimiento de Lisa Marie Presey el tema volvió a salir a la luz porque Priscilla Presley presentó documentos legales para ver quién supervisará su patrimonio.
Hace una semana, Priscilla Presley presentó ante el Tribunal Superior de Los Ángeles un cuestionamiento de la enmienda que Lisa Maria Presley le puso en 2016 al fideicomiso que la eliminaba a ella y a un exgerente comercial como fideicomisarios y los reemplazaba con sus dos hijos mayores, Riley Keough y Benjamin Keough, en caso de que ella muriera o quedara incapacitada. Sin embargo, Benjamin murió hace un par de años.
Un fideicomiso en vida es una forma de planificación patrimonial que le permite a una persona poder controlar sus activos en vida, pero distribuirlos si se muere. Este último ítem funciona como testamento a menos que se presente uno por separado y Lisa Marie Presley no incluyó a Priscilla.
Lisa Marie Presley, la cantante y única hija de Elvis, falleció el pasado 12 de enero de forma sorpresiva a los 54 años en un Hospital de California. Los paramédicos intentaron salvarla luego de que padeciera un paro cardíaco y nada pudieron hacer. Sin embargo, el forense de Los Ángeles está investigando, aún no ha confirmado la causa de muerte, pero fue enterrada el 22 de enero en Graseland, la mansión familiar.
La presentación judical que realizó Priscilla Presley pone en duda la autenticidad del fideicomiso en vida porque ella nunca fue notificada del cambio como se requiere. Además, hay una falta de ortografía del nombre de Priscilla Presley en un documento que habría firmado su hija (una firma atípica de Lisa Marie Presley) y la falta de un testigo o certificación notarial.
Según la presentación, Barry Siegel, el gerente comercial, deseaba renunciar. Por lo tanto, según los términos anteriores al fideicomiso presentado por Lisa Marie, Priscilla Presley, de 77 años, y Riley Keough, de 33, quedarían como cofideicomisarios. El fideicomiso decía que tenía un valor de más de 100 millones de dólares, pero la mayor parte se había agotado.