A medida que envejecemos, nuestro cuerpo y mente pueden enfrentar diferentes desafíos y cambios, y uno de ellos es la depresión. Se trata de la primera causa de discapacidad a nivel mundial y es la causa más frecuente de suicidios. Además, empeora el pronóstico de cualquier otra enfermedad, incluso aumentando la mortalidad.
La depresión afecta a más de 320 millones de personas en el mundo, y dentro de los adultos mayores, hay un 7% de la población que la padece. Esto representa un 5,7% de los años vividos con una discapacidad. Es por eso que es importante detectar la depresión a tiempo para poder brindar ayuda y tratamiento adecuado.
3 consejos para detectar la depresión a tiempo
Prestar atención a los síntomas: los síntomas de la depresión pueden incluir tristeza, disminución de la capacidad de disfrutar, reducción de la energía, dificultades para prestar atención, enlentecimiento de los pensamientos y/o los movimientos, cambios en el apetito y/o el sueño y/o el deseo sexual, y ideas negativas sobre el pasado, presente o futuro e ideas de desesperanza. Si uno o varios de estos síntomas se presentan durante más de dos semanas, es importante buscar ayuda.
Observar cambios en el comportamiento: a menudo, las personas con depresión pueden experimentar cambios en su comportamiento, como aislamiento social, pérdida de interés en actividades que antes disfrutaban, cambios en el apetito y el sueño, y un aumento en el consumo de alcohol u otras sustancias. Si se llegan a detectar estos cambios, es importante buscar ayuda para determinar si están relacionados con una depresión.
Escuchar a los adultos mayores: ellos a menudo no consultan por sentirse tristes o deprimidos. Es importante prestar atención a las quejas de los adultos mayores y, si se sospecha de depresión, preguntarles directamente sobre su estado emocional y buscar ayuda profesional si es necesario.