Paul Walker nació un día como hoy, pero de 1973. El actor de Rapidos y Furiosos hoy cumpliría 49 años, pero falleció el 30 de noviembre de 2013. Junto a Vin Diesel coprotagonizó la mencionada saga y su nombre quedó en el recuerdo de los fanáticos del cine y de los autos.
Aquella tarde hace nueve años, el mundo del espectáculo se conmocionó por el fallecimiento de Paul Walker, quien se encontraba en medio del rodaje del séptimo largometraje de Rápidos y Furiosos. Este hecho movió la agenda de la producción e incluso se pensó en cancelar, pero finalmente, la franquicia sigue en pie, con un Brian canónicamente vivo en las películas.
Paul Walker viajaba en Santa Clarita (California, al norte de Los Angeles). Tras chocar, el automóvil explotó y el actor de entonces 40 años murió y su cuerpo quedó calcinado junto con el vehículo. Según los reportes, viajaba como pasajero en el Porsche Carrera GT rojo de su amigo Roger Rodas a una velocidad aproximada de 160 km/h cuando perdió el control y se estrelló.
El actor de la saga estaba asistiendo a un evento de caridad para su organización fundada en 2010, "Reach Out Worldwide", que hasta el día de hoy se encarga de llevar personal a áreas de desastre para ayuda, cuando ocurrió el mencionado accidente de tránsito.
Tras ello, la saga de Rápidos y Furiosos siguió adelante con el proyecto, pero retrasaron el estreno. Con ayuda de los hermanos del actor, Caleb y Cody, y la ayuda de imagen Generada por Computadora (CGI, por sus siglas en inglés) lanzaron la séptima entrega.
En la actualidad, el personaje de Paul Walker (Brian O'Conner) sigue vivo en el universo de las películas, por lo que la familia de Walker se mantiene en los sets de grabación de modo que se honre la memoria del actor en todo momento dentro de la franquicia más emblemática en la que participó.