Estar asegurado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) implica recibir muchos beneficios. Entre ellos, figura el acceso al seguro médico, a diversas prestaciones y a pensiones. Así mismo, indemnizaciones de distinto tipo como la ayuda para el matrimonio o el concubinato.
Entre los importantes beneficios de estar asegurado en el IMSS destacan, precisamente, las pensiones. Estas se obtienen por motivo de retiro, incapacidad o por adquirir cierto tipo de enfermedades. Según la Ley del Seguro Social, aquellos trabajadores imposibilitados para trabajar recibirán un salario por encima del 50 por ciento de lo percibido en su último trabajo.
Aún así, en México no existe una lista precisa de enfermedades que te dan la pensión: es un médico el que debe dictaminarlo. Sin embargo, las enfermedades por las que usualmente los médicos suelen aprobar dichas pensiones del IMSS son las siguientes:
- tumores malignos y cancerígenos
- osteopatías
- dorsopatías
- condropatías
- artropatías
- insuficiencia renal
- diabetes mellitus
- enfermedades cerebrovasculares
- enfermedades del corazón,
- enfermedades del hígado
- trastornos de coroides y de la retina pueden ser consideradas.
Requisitos para tener una pensión del IMSS
Entre los requisitos para tener una pensión se debe tener registradas ante el IMSS mínimo 150 semanas de cotización, estar dentro del período de conservación de derechos, que será igual a la cuarta parte del tiempo cubierto por sus cotizaciones semanales, contando a partir de la fecha de su baja.
Además, hay que tener registradas ante el IMSS mínimo 250 semanas de cotización o, en caso de una invalidez mayor al 75 por ciento, solo se requerirán 150 semanas de cotización para acceder a una pensión.