Freddie Mercury, el cantante de Queen, dijo: “Muchas gracias a todos. Buenas noches y dulces sueños. Los amamos”. Esas últimas palabras sobre el escenario con 'God Save the Queen' de fondo, la gente ovacionando; él con el torso desnudo, una larga capa real de terciopelo rojo, una corona en una mano y el cetro y el micrófono en la otra, es la imagen de su retiro de los escenarios.
Nadie sabía que iba a ser la última vez en las tablas de Freddie Mercury, quien tiene más de un millón de seguidores en Instagram, pese a haber muerto hace más de treinta años. Ni las ciento veinte mil personas del público, ni los cuatro artistas tenían idea de que el final del "Magic Tour" en el que presentaban el disco "A Kind of Magic" iba a ser el último.
El 9 de agosto de 1986, hace 36 años, en Knebsworth Park y ante al menos 120.000 personas (esas fueron las entradas vendidas pero se calcula que había varios miles más) Queen dio su último recital con Freddie Mercury. Tres grupos oficiaron de teloneros: Belouis Some, Status Quo y Big Country. Apenas terminó el show, el cantante les dijo a sus compañeros: “No puedo más. Me duele todo el cuerpo”. No era una confirmación del final ni una renuncia, sino una descripción del cansancio que le dejaban los viajes, los shows sucesivos y la energía dedicada ante cientos de miles de personas.
En las imágenes de ese día no hay indicios del final, Freddie Mercury estaba seguro de que sólo había terminado la presentación de su disco más reciente; pero al poco tiempo todo cambió. Un año después se enteró que tenía HIV, una patología incurable en esa época y prácticamente una sentencia de muerte. Su deterioro físico fue evidente y veloz.
Cuando Freddie les contó a sus compañeros sobre su estado de salud, les pidió seguir grabando. Y así lo hicieron. Queen sacó dos discos más mientras Freddie lidiaba con la enfermedad y con la prensa que sospechaba que las cosas no andaban bien. Años después, el 24 de noviembre de 1991, poco más de 5 años después del toque en Knebsworth, falleció a sus 45 años.