El Día Internacional contra el Dengue se celebra cada 26 de agosto, y su objetivo es el de crear una mayor conciencia para la prevención y tratamiento de una enfermedad verdaderamente contagiosa, que según la OMS se ubica entre las diez principales amenazas a la estabilidad humana.
Al igual que en otras enfermedades, las personas pueden no presentar ningún signo o síntoma de una infección de dengue, ya que se les suele confundir con otras enfermedades, como la gripe. Es por eso que uno de sus principales síntomas es la fiebre, ya que una persona contagiada puede alcanzar tranquilamente los 40 ºC.
Una vez contraído el virus, el afectado puede tener también dolor de cabeza, que pueden estar acompañados en otras partes del cuerpo, como los músculos, los huesos o las articulaciones. Si solamente es esto lo que sientes, tienes suerte, ya que la mayoría de las personas con estos síntomas se recupera en aproximadamente una semana.
En otros casos menos afortunados, los síntomas suelen agravarse, ya que las personas sienten náuseas y, posteriormente, vómitos, lo cual no es anda agradable, por lo que recomendamos intensificar los cuidados. Otras de las señales, suelen ser mucho más raras, y el afectado puede sentir un molesto dolor detrás de los ojos, tiene también las glándulas inflamadas y presenta erupciones en la piel.
En algunos casos, los síntomas empeoran y pueden ser mortales. Esto se llama dengue grave, fiebre hemorrágica del dengue o síndrome de shock del dengue. Esto puede llegar a ocurrir cuando los vasos sanguíneos se dañan y gotean, lo que puede llevar a un shock, hemorragia interna, fallo de órganos e incluso la muerte. Los signos de advertencia suelen comenzar uno o dos días después de que la fiebre desaparece, y pueden incluir: dolor intenso de estómago, vómitos constantes, sangrado de las encías o la nariz, dificultad para respirar o respiración rápida, fatiga e irritabilidad o inquietud.