Gustavo Cerati fue un ícono de la Música Nacional Argentina, pero también recorrió el mundo hispanohablante con sus canciones y conciertos. Tanto marcó el género del rock que hoy no podemos hacer caso omiso ante el que sería su cumpleaños número 63. Y hoy tenemos un Deja Vú, como aquellas estrofas para recordarlo, un nuevo disco en vivo del artista llega a las bateas físicas y virtuales. Como su nombre lo indica, 14 Episodios Sinfónicos En Vivo - Auditorio Nacional - Ciudad de México - Febrero 2002 es el registro de un concierto en el que el integrante de Soda Stereo presentó su proyecto orquestal en nuestro país. Si bien la lista de temas conserva similitudes con la versión original, encontraremos tres canciones nuevas como agregado.
En agosto de 2001 Cerati realizó un concierto a puertas cerradas en el Teatro Avenida para filmar un especial televisivo, que en diciembre se convirtió en CD bajo el nombre: 11 episodios sinfónicos. Al momento del estreno, Fernado Travi, mánager de Cerati, recibió pedidos para llevar de gira el espectáculo de tal trascendencia, lo que implicó no solo contactar a orquestas en cada destino, sino también ampliar el repertorio, adicionando nuevas canciones.
El show en Ciudad de México se programó cuando tan solo los 11 episodios sinfónicos recién estaban en el mercado. En tiempos en que no existían las redes sociales ni plataformas de streaming, el público buscaba el efecto sorpresa. Y lo que había sido minuciosamente controlado en Buenos Aires, en nuestro país fue librado al azar. Así lo contaba Diego Sáenz, el productor: “Lo del Avenida fue una grabación más que un concierto, entonces antes de empezar le dijimos a todos que aplaudieran solo al final de las canciones y que nadie cantase arriba de la orquesta. La única excepción fue ‘Persiana americana’, porque no estaba mencionada en el programa de mano y los dejó a todos atónitos”.
Sumergido en el espectáculo, Terán restructuró canciones tanto de Soda Stereo como de la carrera solista de Gustavo Cerati en un plan sinfónico con arreglos a tono cinematográfico. Mientras buscaban las cintas originales para remasterizarlas, se toparon con la grabación del show de México, que había transcurrido casi dos décadas empolvado y el resultado final fue una versión sublime. Con una orquesta ampliada, los arreglos de Terán en canciones como “Corazón delator”, “Raíz” y “Un millón de años luz” suenan más envolventes, en un arco de matices que va de lo meticuloso al telón abrasivo de las cuerdas evocativas de una tempestad. Según Sáenz y Terán, la interpretación fue el condimento esencial por la reacción del público, al ser todos músicos de origen académico improvisaron las versiones con una cuota de energía extra que no habían tenido en Buenos Aires.
Y volviendo a lo que predijimos en el primer párrafo, el plus de este vivo está en la incorporación de las tres canciones que Cerati y Terán sumaron al repertorio original: “Lisa”, de Amor amarillo y “Fue”, de Dynamo y “Hombre al agua”. Todo este contexto fue un envión para que la performance vocal de Cerati fuera suprema, porque en México todo fluyó, cobrando una vitalidad entre los juegos y parafraseos. Y como si fuera poco, para acompañar el lanzamiento Sony encargó a lo realizadores visuales la creación de tres videoclips para que la audiencia fuera inmersa en la música. Todos funcionaron como alicientes para respaldar el impacto de la frase de Cerati al finalizar el disco: “Muchas gracias, nos vemos la próxima”.