Joy Huerta, del dúo "Jesse y Joy”, conoció a Diana Atri, su pareja actual, hace 11 años. Sus inicios arrancaron en medio de una turbulenta sensación de enamoramiento que las hizo sentirse plenas en compañía recíproca. Joy nunca antes se había sentido igual y lo que era más extraño aún, explicitar sus sentimientos hacia alguien del mismo sexo. Y no era porque la artista tuviese una especie de fobia hacia las relaciones “gay”, mucho menos, en realidad no imaginaba enamorarse de esta forma tan genuina como amena: “Yo siempre pensé, la gente se enamora de la gente, pero nunca me vi en una circunstancia así”.
Verse envuelta en una situación así le provocó a Huerta la necesidad de contarle a Atri lo qué le pasaba, después de algunos meses de amistad. Esa conexión, que la misma cantante reconoció en una entrevista con Yordi Rosado, le hizo despertar una nueva formar de sentir y de enamorarse por primera vez. El primer indicio fue cuando una persona hizo un chiste homofóbico y, al sentirlo ofensivo, Joy Huerta se anticipó a la jugada: “Me estoy enamorando de esta mujer”.
En aquel entonces, Joy Huerta tenía 25 años y pudo desentrañar lo que le pasaba con sus sentimientos, pero tenía que dar otro paso importante, decirle a Diana Atri cómo se sentía. Fue así que la música creyó prudente el momento que fueron a cenar para replicar el chiste homofóbico que le hicieron un tiempo atrás, con el objetivo de estudiar la reacción de Atri, quien efectivamente se molestó. Tan infantil como certero, la idea de la famosa surtió efecto.
Más tarde, se llamaban “mi amor” frente a su grupo de amigos, aunque había algo más de trasfondo que las llevó a la conquista por mensajes, en el primer show en el que Diana acompañó a Joy para verla tocar. Finalizado el show, fueron a cenar y fue Huerta quien le confesó que estaba enamorada, a lo que siguió un sentimiento correspondido por Atri. “Al día siguiente nos vimos, nos besamos y 11 años después aquí estamos”, dijo sonriente la cantante de “Jesse y Joy”.
Luego de unos meses, se hicieron novias y dos años y medio después se fueron a vivir juntas. La convivencia les dio dos hijos Noah y Nour y esta historia una vida por delante.