Parece absurdo que en medio de la guerra que sufre Ucrania, el presidente Volodymyr Zelenskiy y su mujer Olena Zelenska, posaran como si nada en una escandalosa sesión de fotos para la revista Vogue, una de las más famosas en el mundo de la moda. Esto abrió el debate y la discusión acerca de qué hace el mandatario en la portada del faranduleo internacional.
El “Retrato de valentía: la primera dama de Ucrania, Olena Zelenska” se realizó en Kyiv donde, según la cuenta de Vogue en Instagram, dialogaron sobre “la vida en tiempos de guerra, su matrimonio y la historia compartida, y los sueños para el futuro de Ucrania”. Sin embargo, la sesión de la fotógrafa Annie Leibovitz, fueron calificadas como banales, frívolas e impactantes por la audiencia de redes sociales, en un momento tan delicado como el que atraviesa el país de Europa del este en la guerra contra Rusia.
En la sesión de fotos, Zelenska vistió diseños de artistas ucranianos posando en sitios como las ruinas del aeropuerto de Kiev y en la residencia oficial, que luce resguardada por militares y trincheras con costales de arena.
En la entrevista a la primera dama, Olena cuenta que ella y el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, se conocieron en la escuela secundaria, pero empezaron a salir en la universidad. En cuanto al rol de ella en el conflicto, la revista Vogue escribe que “se ha vuelto cada vez más hacia la diplomacia de primera línea”, haciendo alusión al viaje con destino a Washington donde se reunió con el presidente Biden, su esposa Jill y el secretario de Estado, Antony Blinken.
Finalmente, Vogue resaltó que Olena Zelenska tiene un rol fundamental como primera dama. Y este es ser “faro para su ciudadanía y un actor en la batalla de Ucrania por los corazones y las mentes”. Así ella profesó en Vogue: “Estoy pidiendo algo que nunca querría pedir: estoy pidiendo armas, armas que no se usarían para librar una guerra en la tierra de otra persona, sino para proteger el hogar de uno y el derecho a despertar vivo en ese hogar”.