Desde hace 64 años, cada tercer miércoles de julio se celebra en México el Día de la Secretaria. La impulsora de la conmemoración de este día fue María Luisa Rodríguez, presidenta de las Secretarias Ejecutivas de México, quien instauró esta fecha con el objetivo de que se reconozca la labor de las personas que se desempeñan en esta profesión.
Rodríguez fue secretaria del subdirector del Centro Industrial de Productividad, el cual tiempo después se convirtió en el Centro Nacional de Productividad y que finalmente fue absorbido por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. El hecho de haber pasado por tanta oficina y obtener tan poco reconocimiento por su labor influyó para crear esta celebración en 1958.
La fecha es relevante ya que cada vez son más las personas que realizan esta labor, tengan o no una formación especializada en el tema, pues de acuerdo con datos del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI, de los más de 800 mil secretarios, el 90 por ciento son mujeres, algo que aleja la brecha entre ambos géneros, teniendo en cuenta las condiciones económicas de las secretarias en México.
Uno de los objetivos fundamentales por los que se estableció esta fecha fue por la imperiosa necesidad de promover la formación complementaria para escalar niveles o mantener la eficacia para el puesto de trabajo, además de las ya mencionadas mejores compensaciones económicas. El trabajo parece sencillo, pero una secretaria debe lidiar con múltiples asuntos como ordenar la agenda del jefe, atender a los invitados y coordinar el desempeño de las diversas áreas de la empresa, además de cumplir con cualquiera sea el capricho del jefe de turno.
En cuanto a la profesión en el resto del mundo, podemos decir que los secretarios fueron reconocidas internacionalmente a partir de 1952 cuando Maria Barrett, presidenta de la asociación del gremio lo instituyera con la ayuda de C. King Woodbridge, presidente de Dictaphone Corporation, y Harry F. Klemfuss, hombre de negocios.