Hace algunos años, el autor de Mafalda, Joaquín Salvador Lavado Tejón, mejor conocido como Quino, falleció en la República Argentina. Nacido en Mendoza, fue humorista sin par y un magnánimo retratista de su época que dejó enseñanzas en cada viñeta que tuvo como protagonista al icónico personaje.
Entre las características de Mafalda, la niña inteligente de abundante cabellera que interrogaba a una sociedad absurda, injusta muchas veces, de rasgos kafkianos, destacó siempre su odio permanente a la sopa. Este curioso dato tiene un motivo particular que el autor develó en el pasado.
Entre las hipótesis que se barajaban acerca del acto de que Mafalda odiara la sopa resaltaba la idea de que todo era parte de un acto de rebeldía ante la imposición de los adultos y definitivamente por allí va la cosa. En una entrevista que le realizó la BBC de Londres a Quino, en 2.004, se develó la incógnita.
El autor de Mafalda dijo que el odio a la sopa era "una alegoría a los regímenes militares que tuvimos que soportar en esta parte del Cono Sur. Porque todo lo que impone normas estrictas y hay que hacerlo por obligación, quita la libertad y eso es muy desagradable”.
Para los amantes de la buena comida, este odio a la sopa por parte del personaje de historietas es algo triste porque hay pocas cosas son mejores que un buen plato de sopa, una preparación que acompaña al ser humano desde el inicio de la historia de la humanidad.