En las últimas horas, empezó a surgir en las redes sociales una versión que anunciaba que el papa emérito Benedicto XVI había fallecido en las últimas horas. Esto hizo que surgieran renovados los temores sobre el estado de salud de quien fuera el antecesor de Francisco I.
Benedicto XVI cumplió 95 años en abril pasado, pero renunció en octubre de 2.013, acto que lo convirtió en el primer papa emérito en 600 años. El pontífice emérito, llamado Joseph Ratzinger antes del papado, antes de renunciar argumentó que renunciaba porque ya no tenía fuerzas para seguir adelante.
Según las últimas informaciones, el Papa emérito está "débil físicamente", por lo que el anuncio de su muerte sería una fake news. Por ahora, mantiene lúcida la mente y a pleno rendimiento, según comentó su secretario personal, el arzobispo alemán Georg Gänswein, en abril pasado al periódico italiano Oggi.
"El Papa Benedicto está débil físicamente, pero la mente funciona muy bien", indicó. Debido a la debilidad en sus piernas obliga a Benedicto XVI a utilizar andador, o silla de ruedas para desplazarse. El Papa emérito vive recluido en oración y no suele aparecer en público porque producto de su estado de salud sus salidas son muy limitadas.
Su viaje más reciente fue en junio de 2.020 cuando se trasladó a Munich, su ciudad natal, para acompañar a su hermano mayor, Georg Ratzinger, en sus últimas horas porque falleció días más tarde de la visita. Un mes más tarde, Benedicto XVI desarrolló una enfermedad infecciosa en el rostro (erisipela, que causa enrojecimiento y dolor) que generó preocupación.