La semana pasada, Andrés García tuvo un accidente en su casa de Acapulco, lo cual le produjo una grave herida en su cabeza. Ciertamente, se encuentra en proceso de recuperación junto a su esposa, Margarita Portillo, quien lo cuida y acompaña en este momento. Además, como si fuera poco, salieron a flote otras enfermedades.
El diagnóstico médico arrojó que el actor padece cirrosis: una afección al hígado causada por el alcohol y la hepatitis, que provoca debilidad, fatiga y pérdida de peso en sus etapas iniciales y que luego, durante las posteriores, pueden desarrollar ictericia (color amarillento de la piel), hemorragia gastrointestinal, hinchazón abdominal y confusión. Ni todo esto que le ha sucedido ha alcanzado para hacer las paces con su hija mayor, Andrea García, a quien no quiere siquiera reconocer como propia.
Andrés García no ha tenido contacto con sus hijos, Andrea, Andrés Jr. y Leonardo desde hace un tiempo. Y especialmente con la mayor de ellos, que no desea verla, ni arreglar la relación que tuvieron alguna vez. En consecuencia, el actor decidió nombrar como herederos a su esposa, al hijo que tienen en común y a su amigo Roberto Palazuelos. Y ¿por qué se repelen Andrés y Andrea?
En una entrevista para “TVyNovelas”, el actor de 81 años, reveló el motivo por el cuál su hija no se comunica con él: Andrea García lo acusó de haber abusado de ella sexualmente cuando era una niña. Lo que el artista negó rotundamente y decidió cortar todo tipo de contacto. Además, sorprendió al decir que la conductora, en realidad, no era su hija, que él solo la reconoció como tal para poder brindarle ayuda en su carrera y, finalmente, no le supo agradecer. Así lo hizo explícito: “Pues cómo no voy a estar enojado, sé que está metida en la prostitución. Yo traté de aconsejarla y me inventó una pendejada, que yo la había violado desde chiquita. Esa es una verdadera pendejada. No tener madre, como si yo necesitara hacer pendejadas. Por eso, para mí ella ni siquiera existe”.
El estado delicado de salud de Andrés García le propició ahondar la idea del suicidio, a pesar que circularon imágenes de la reconciliación con dos de sus hijos, Andrés Jr. y Leonardo. “Sí, pasó varias veces por mi cabeza (el suicido), y si me preguntan cómo es que quiero morir, yo preferiría morirme cabrón, meterme a donde habitan los malos y matarlos a balazos”, asintió el actor.
La realidad hoy lo muestra muy lejos de su hija. Sobrebasada por su carrera como modelo, conductora y madre, Andrea García ha hecho la vista gorda hacia el momento que transita su padre. Y entendiendo que el litigio se enmarca entorno a un hecho tan sensible como lo es el acoso sexual, no se vislumbra una posible reconciliación.