“Arriba los corazones” es lo quieren decirle a Fernando Del Solar sus seguidores para darle el último adiós. Esta frase, que apoderó el conductor en su vocabulario corriente durante el programa Venga la Alegría, está cargada de significado y cobra tanta importancia a la hora de su partida.
En Argentina, una canción popular de Sebastián del 2000 se titula igual y, si tienen tiempo, me gustaría parafrasear algunas estrofas, quizás así ato algunos cabos y le encuentro sentido al uso habitual del título de su libro cuando transmitía un mensaje motivador y alentador, amén de la enfermedad que padecía, diagnosticada como Linfoma de Hodgkin.
“Yo sé que hay que ganarle a la vida. No vivir de recuerdos. Olvidar las heridas. Con fe, con garra, con alegría. Con amor y con ganas, a tirar para arriba…”, más claro échele agua. Y continúa: “…arriba, arriba los corazones, que te traigo esperanza, que te traigo canciones. Arriba, arriba los corazones, que cantando y cantando vuelven las ilusiones”. Ahora sí creo por qué Fernando Del Solar insistió tanto con esta frase. Evidentemente, en medio de un cáncer, trataba de aliviar el dolor y le valió el subtítulo de su libro para entender a “la muerte como reafirmación de la vida”.
Las primeras páginas guardan un secreto que reafirma la teoría de la procedencia de su famosa frase: “Hoy me veo lleno de vida y me siento fuerte para hacer esto; anteriormente, te lo digo con total sinceridad, no lo hubiera podido hacer porque estaba demasiado enojado, triste y muy abatido. También es cierto que hasta este momento no cuento con un diagnóstico elaborado por un médico donde asegure que ya vendí el cáncer. Es mi mayor anhelo; te confieso que lo necesito, mi cabeza lo necesita”.
“Arriba los corazones” fueron las palabras con que Fernando se despidió del programa Venga la Alegría en 2012 para priorizar su salud. También es el hashtag que hoy usan los cibernautas para despedir al animador tan carismático como sencillo de la televisión mexicana. Puede ser una canción, una sección del programa, una palabra de aliento, un chiste, un libro o tal vez un adiós.