Con el paso de los años, la Luna ha sido objeto de estudio de numerosas investigaciones. Cientos de teorías fueron propuestas para luego desmentirse o confirmarse. Desde la afirmación que indicaba que los astronautas del Apolo nunca pisaron la Luna, se formularon teorías que hicieron del satélite el punto de destino de varias misiones de la NASA.
Como se sabe, la Luna es el satélite natural del planeta Tierra, es decir que orbita alrededor de ella. Pero fuera de eso y algunos otros descubrimientos, son muchos los misterios que encierra en su superficie. Por ello, es que la agencia espacial norteamericana puso en marcha el programa Artemis, con el fin de enviar nuevamente una misión tripulada de exploración al cuerpo celeste, y así desenterrar algunas incógnitas.
Uno de ellos tiene que ver con encontrar el origen de la Luna. Si bien existen diferentes teorías que se discuten sobre su origen, muchas de ellas no tienen demasiado sentido. Una de las que prevalece y toma relevancia es la que propone que un planeta de mediano tamaño, llamado Theia, se estrelló hace 4.500 millones de años contra la Tierra, durante la formación del Sistema Solar actual que conocemos. Este hecho habría provocado que los restos del impacto se vayan juntando por la fuerza de gravedad de manera de formar un cuerpo, quedando atrapados en la órbita de la Tierra.
Un misterio que también desvela a los científicos de la NASA es si alguna vez existió vida en el satélite. Una primera respuesta que no sería posible, sobre todo si se tiene en cuenta la teoría anterior. Pero, por otro lado, existen registros de que este cuerpo celeste fue en algún momento activamente volcánico. Debido a ello, este fenómeno pudo haber influido y modificado la atmósfera del satélite, creando entornos para el desarrollo de un ambiente agradable en su superficie.
Otra inquietud que pretende investigar la misión Artemis tiene que ver con la presencia del agua en la Luna. Si bien desde 2009 se comprobó sí cuenta con este elemento, no se sabe el origen, o las formas en que se la puede hallar. Un último misterio va de la mano de los saltos en órbita, y está relacionado con el movimiento de las mareas. Según se sabe, estos movimientos ocurren en ciclos, pero la incógnita es por qué en la mitad del ciclo la marea sube y en la otra mitad baja.