Hace unos días, médicos de un hospital privado de Baja Colifornia le cortaron un pedazo de oreja a un bebé tras quedarse sin luz durante la cesárea. La alternativa que tuvieron los galenos ante el presunto apagón fue la de alumbrar con tres de sus celulares porque no podían dejar la cirugía a la mitad.
Los padres del recién nacido decidieron redactar una carta en primera persona con el objetivo de denunciar los hechos anteriores a través de la voz del bebé: “Le comenta mi mamá al doctor (…) No me quiero operar así sin luz, tengo mucho miedo, no me quiero morir”, escribieron en la carta.
Entre otras cosas, detallaron que el médico le dijo a la paciente que le iba a tener que realizar la cirugía en esas condiciones. Posteriormente salió para avisarle al padre que no había luz: “El quirófano está iluminado tenemos subestación”, dijo el doctor según lo detallado en la carta.
Los medios locales de comunicación informaron que el médico se retiró antes de terminar la operación y que fue otro galeno quien suturó a la madre. En ese momento fue cuando le cortaron un pedazo de oreja al bebé. En un video que fue compartido en redes se observa a los doctores atendiendo al bebé y el llanto del mismo.
“Nunca me mostraron a mamá al nacer”, continúa el escrito en el que enfatizaron en el hecho de que el padre no pudo entrar para presenciar su nacimiento. Minutos más tarde, otro doctor salió para decirle al padre que no sabía quién le había cortado la oreja a su hijo. Al día siguiente, otro argumentó que el pequeño había nacido con “Hemangioma” y que tuvieron que reconstruirle esa parte.
“Solo reconstruí la oreja de tu bebé y te ahorraste 30 mil pesos”, se leyó. Finalmente en el mismo papel explicaron que la mamá siempre se realizó los ultrasonidos correspondientes y fue revisada por ginecólogos. Además, en ningún momento previo se detectó algún problema en el menor.