Un día como hoy pero de 1926, nacíaMarilyn Monroe, un ícono de la sensualidad que dejó este mundo muy joven y en medio de un oscuro misterio; específicamente el 4 de agosto de 1962. La autopsia determinó una sobredosis de barbitúricos pero las teorías conspirativas se han acumulado a lo largo de los años. ¿Se suicidó? ¿La sobredosis fue accidental? ¿Fue un crimen? Y entonces, ¿quién fue y por qué?
Todas esas preguntas que aún no tienen respuesta cierta y que en las teorías hasta se contradicen entre sí son las que Netflix intenta resolver en El Misterio de Marilyn Monroe: las cintas inéditas, el documental que se estrenó la semana pasada y que ya se metió entre las más vistas.
John Fitzgerald Kennedy, Robert Kennedy, Jimmy Hoffa, agentes del comunismo y activistas anticomunistas, la CIA y el FBI son todos sospechosos en esta historia que cada vez es más misteriosa. El documental revela grabaciones conservadas en cassettes que el periodista Anthony Summers guardó y usó para escribir el libro Goddess, una biografía sobre Marilyn Monroe. Fue en 1982 cuando le encargaron cubrir la reapertura de la causa sobre la muerte de la actriz. Para ese entonces ya las teorías eran muchas. El fiscal trabajó apenas unos meses y cerró el caso. No aportó ninguna novedad y afirmó que se trató de un suicidio o de sobredosis accidental.
Summers, en cambio, se obsesionó con el trabajo e investigó por cinco años. Hizo más de 600 entrevista y tuvo acceso a documentación del Gobierno de los Estados Unidos. Esas grabaciones son las que usó para escribir el libro y que ahora se revelan en el documental de Netflix. Lo que muestra no son más que contradicciones. Agrega sombras y dudas. Algunos de los entrevistados no creen para nada en la versión oficial que descartó el homicidio.
La historia oficial dice que Marilyn Monroe tenía problemas de depresión, abuso de medicación, de alcohol, incumplimientos laborales y conductas erráticas. La tarde de su muerte fue visitada por su psiquiatra, recibió masajes y la señora que trabajaba en su casa se quedó a dormir en su casa para cuidarla. Cuando llegó la noche, se encerró en su cuarto y habló por teléfono. Una de las llamadas fue con Peter Lawford, un actor que era cuñado de JFK. Dice que hablaron poco y que la voz de la actriz era pastosa y estaba inconexa. Fue él quien advirtió de la situación hasta que la mujer que la cuidaba fue alertada. La puerta del dormitorio estaba cerrada. Desde afuera de la casa, por la ventana, la vio tirada en la cama, desnuda, boca abajo y con una mano en el teléfono.
Cuando el psiquiatra llegó, rompió el vidrio y entró. Marilyn Monroe estaba muerta hacía ya varias horas. Esa versión no le cierra a muchos de los entrevistados por Summers, y lo revelan en el documental de Netflix. Pero la verdad es que nunca se sabrá a ciencia cierta qué fue lo que sucedió.