Todos los años, el 4 de mayo se conmemora el Día Internacional del Bombero, una efeméride en la que no solo se celebra el trabajo y el compromiso de todas aquellas personas que se encargan de este oficio. Ellos realizan una serie de actividades vitales para nuestra sociedad.
Algunas de las actividades de los bomberos son asistir y solucionar diferentes conflictos, rescatar personas en determinadas situaciones, extinguir incendios y proteger los espacios ambientales. Hay diferentes explicaciones para llegar al origen de esta jornada, pero la principal tiene su ubicación en Europa.
Allí, el 4 de mayo se celebra la fiesta de San Florián, patrón de los bomberos. Ese Santo fue un comandante del escuadrón de bomberos en el Imperio Romano de la antigüedad y perdió la vida en el ejercicio de sus funciones. De esta manera, fue el primer bombero de la historia de la humanidad que fue reconocido y generó la efeméride.
En el 2009, un incendio producido en Victoria, Australia, fue uno de los más mortales del país. En este acontecimiento específico participaron más de 4000 bomberos y se produjeron centenares de muertos, entre ellos 5 colaboradores de estos cuerpos. Desde ese incidente trágico, se propuso conmemorar este día.
Ser bombero no es sencillo, requiere una capacitación previa que lleva diferentes áreas de estudio y trabajo; esta disciplina incluye una serie de conocimientos importantes acerca de gestión de riesgo, mecánica, electricidad, elementos químicos, hidráulica, primeros auxilios, entre otros, que debe ir acompañada por un entrenamiento físico especial.