Dentro de nuestra sociedad, una de las frases más destacadas en el último tiempo es que "Los sueños están para cumplirse" y, en algunos casos, no importa si los estándares de la sociedad los incluyen. Lo importante es ser feliz con lo que uno desea y así lo interpretó un ciudadano japonés que, sin importar el qué dirán cumplió el deseo que añoraba desde que era un niño: convertirse en un perro.
Toko-San es el nombre del sujeto que causó revuelo en las redes sociales y que hace poco más de un mes se comunicó con una agencia llamada Zeppet y les contó sobre su particular pedido. No tardaron mucho en cerrar un trato de dos millones de yenes (14, 700 euros) para que le confeccionen un disfraz de perro a su medida.
La empresa aproximadamente tardó cuarenta días para crear el disfraz y enviarlo. Cuando le llegó a casa el traje a Toko-San lo eligió de la raza Collie perfecto para él. “Elegí un Collie porque parece real cuando me lo pongo”, confesó cuando publicó las fotos de sí mismo con el disfraz puesto.
El traje es tan real que confunde al ojo humano gracias a que el tamaño, pelaje y cada detalle es tan similar a un perro que en fotografías no se percibe diferencia. En YouTube, apareció un clip que muestra a Toko-san en cuatro patas ante a una cámara y con una música de un piano de fondo.
El japonés Toko-San, que se transformó en perro, comenzó a hacer trucos como si fuera un perro verdadero. Mientras avanza la música, levanta la pata derecha un par de veces como si fuera un saludo canino e inmediatamente después levanta la pata izquierda y repite la acción. Luego, actúa como un perro normal que rueda por el suelo feliz de la vida agitando las piernas (o las patas) en el aire.