Los rayos son fenómenos naturales que fascinan por su belleza cuando están dentro de grandes nubes de tormentas, las Cumulonimbos (Cbs). Al pensar en ellos, la mayoría de las personas se remonta a los peligros potenciales a la vida y el entorno ambiental.
El impacto benéfico de los rayos no era 100% conocido hasta el año pasado cuando se publicó un artículo en la revista científica Science en el que se constata que pueden desempeñar un papel importante mucho más importante en el control de los cambios climáticos globales, de lo que se suponía debido a que ayudan a limpiar la atmósfera.
El estudio tuvo nueve investigadores de la atmósfera de universidades y agencias meteorológicas de todo el mundo y se realizo en un vuelo de investigación realizado por un caza tormentas DC-8 de la NASA, en 2012, que se encargó de examinar la parte superior de las nubes del tipo Cbs. Al analizar los datos, los investigadores creyeron que el equipo de medición del avión estaba fallado porque los datos indicaban una cantidad muy grandes de radicales hidroxilo (OH), casi 1000 veces más de lo esperado.
Los investigadores percibieron que los valores máximos de este radical ocurría de forma esporádica. Tras comparar los valores obtenidos con datos de ocurrencia de rayos, los investigadores percibieron que los máximos de concentración de radicales hidroxilo ocurrían en el mismo lugar y momento en que se registraban rayos. Después, en pruebas de laboratorio se confirmó que los radicales estaban siendo producidos por rayos y relámpagos.
Los radicales hidroxilo se encargan de ser los "removedores químicos" de la atmósfera porque su naturaleza reactiva con otras moléculas en el aire y se transforma en los oxidantes más importantes de la atmósfera. El proceso de oxidación de los radicales reducen la cantidad de gases tóxicos de la atmósfera, como el monóxido de carbono y el metano, los dos gases villanos del clima debido a que contribuyen con el calentamiento global y la destrucción de la capa de ozono.
Según el estudio, entre 2% y 16% de la capacidad oxidante de la atmósfera terrestre es producida por los rayos. Es un valor más grande del que se pensaba, cuando los investigadores aún especulaban sobre este beneficio pero no contaban con una confirmación científica.