El Trastorno del Espectro Autista es una condición del neurodesarrollo que se caracteriza por la presencia de deficiencias persistentes en la comunicación y en la interacción social. Las causas del autismo son genéticas, aunque los factores del entorno pueden interactuar con estos. Los cambios en los patrones de desarrollo cerebral son evidentes a partir de los 2 años. Estos reflejan antecedentes prenatales y perinatales.
Recientemente se ha descubierto una herramienta que será clave para detectar el trastorno del espectro autista. Se trata de SACS-R, y espera detectar con precisión el trastorno de espectro autista a partir de los 12 meses de edad y permitir así una terapia temprana y una mejor integración.
Se realizó una investigación en más de 13 mil niños de Victoria (Australia) y se reveló que el SACS-R es extremadamente preciso a la hora de identificar a niños muy pequeños con espectro autista. Esta herramienta está desarrollada por investigadores de la Universidad de La Trobe (Australia), y ya se utiliza en más de 10 países.
Los datos del estudio muestran que el 83% de los bebés y niños pequeños de entre 12 y 24 meses fueron diagnosticados con éxito gracias al chequeo SACS-Preschool y que el 96% de los niños con espectro autista fueron identificados en su chequeo de 3,5 años. La herramienta se utiliza para identificar un conjunto de comportamientos característicos de los niños del espectro desde los 11 meses de edad, como el uso infrecuente o incoherente de gestos al saludar y señalar objetos, la respuesta a la llamada de su nombre, el contacto visual, la imitación o copia de las actividades de los demás, el compartir el interés con los demás, o el juego de simulación.
La investigadora principal, Josephine Barbaro, del Centro de Investigación del Autismo Olga Tennison de la Universidad de La Trobe, afirmó que la investigación responde a la necesidad crítica de que el SACS-R y el SACS-Preschool se extiendan por toda Australia y el mundo, como parte de los chequeos médicos periódicos de los bebés. “A menudo se les dice a los padres que “esperen y estén atentos” cuando les preocupa el desarrollo de su hijo. Esto significa que la edad media de diagnóstico se sitúa en torno a los cuatro o cinco años, con lo que se pierden oportunidades de apoyo temprano”, aseguró la doctora Barbaro.