SEMANA SANTA

Viernes Santo: por qué se celebra y cuál es su origen

En el siguiente artículo te contamos la historia.

Viernes Santo. Fuente: Pexels
Viernes Santo.Viernes Santo. Fuente: PexelsCréditos: Viernes Santo. Fuente: Pexels
Escrito en TENDENCIAS el

Semana Santa es uno de los momentos más esperados del año por toda la comunidad católica. Cada día tiene su historia y significado, y es por eso que en el día de hoy te contaremos el origen y qué se celebra en el Viernes Santo. Debemos comenzar explicando que se trata del segundo día del llamado Triduo Pascual, el periodo en que los católicos conmemoran la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.

Según la tradición, los sumos sacerdotes, es decir las autoridades religiosas de la época, conspiraban contra Jesús de Nazaret porque este se proclamaba "el Hijo de Dios" y lo consideraban un "alborotador", por lo que decidieron llevarle ante Poncio Pilato, el quinto prefecto de la provincia romana de Judea entre los años 26 y 36 d.C.

Aunque Poncio Pilato no vio culpa en Jesús para condenarle, al final se avino a la presión de una multitud que clamaba por su crucifixión. Según el Evangelio de Mateo, Pilato entonces se lavó las manos con agua a la vista del pueblo, proclamándose "inocente de la sangre de este justo". Este gesto de "lavarse las manos" es el origen de la expresión que llega hasta nuestros días.

Viernes Santo. Fuente: Pexels

Siguiendo el relato de los Evangelios, a Jesús le despojaron de sus vestiduras, le colocaron una corona de espinas en la cabeza, lo golpearon, lo escupieron y lo escarnecieron. Le hicieron cargar con su propia Cruz hasta un pequeño monte a las afueras de Jerusalén llamado Gólgota, lugar del calvario o de las calaveras (esto se debe a la forma de calavera que tenían las rocas de una de sus laderas).

En el Gólgota o Calvario fue crucificado entre dos ladrones y bajo un cartel que decía “Jesús el Nazareno, Rey de los Judíos”. Según el Evangelio de Juan, los pontífices de los judíos protestaron a Pilato, pidiéndole que cambiara la redacción por "él ha dicho: yo soy el Rey de los Judíos". Pero Pilato se lo negó con esta famosa réplica: "Lo escrito, escrito está".

Viernes Santo. Fuente: Pexels

Según el Evangelio de Lucas, uno de los ladrones crucificados junto a Jesús le dijo: "Si tú eres el Cristo o Mesías, sálvate a ti mismo y a nosotros". Antes de morir, Cristo exclamó: "ELI, ELI, LAMMA SABACTHANI", que significa "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?". En este momento, según los evangelios, sucedieron cosas extraordinarias. Mateo escribe: "Y al momento el velo del templo se rasgó en dos partes de arriba abajo, y la tierra tembló y se partieron las piedras. Y los sepulcros se abrieron, y los cuerpos de muchos santos, que habían muerto, resucitaron. Y saliendo de los sepulcros después de la resurrección de Jesús, vinieron a la ciudad santa y se aparecieron a muchos".

Descendido de la cruz el cuerpo de Jesús, José de Arimatea, "persona ilustre y senador" (Marcos) se lo reclamó a Pilato, que accedió a entregárselo. José envolvió el cuerpo del nazareno en una sábana y lo metió en un sepulcro abierto en una gran peña, sellando la entrada con una gran piedra. Cuando al amanecer del domingo fueron María Magdalena y María la madre de Santiago para embalsamar el cuerpo, ya no lo encontrarían allí. La piedra estaba apartada y el cuerpo desaparecido.