El pasado 2 de abril nos enterábamos que un joven de 15 años había resultado herido durante una fiesta en Jilotzingo, Estado de México. Se trataba de Hugo Carbajal, quien se estaba divirtiendo con sus amigos cuando un hombre, identificado como Mauricio, le rompió una botella de vidrio en la cabeza y después le provocó lesiones en el cuello.
Hugo fue trasladado al hospital pero al llegar al nosocomio ya no presentaba signos vitales. Sus restos fueron sepultados el pasado lunes 4 de abril en el Estado de México. Un día después, familiares y amigos de Hugo bloquearon el bulevar Manuel Ávila Camacho, conocido como Periférico Norte, frente al parque Naucalli, para exigir a las autoridades la aprehensión del homicida.
Tras negociar con el Fiscal de Homicidios del Estado de México y con la promesa de detener al presunto asesino de Hugo en 48 horas, familiares y amigos de Hugo aceptaron abrir un carril del Periférico Norte a las 22:44 horas, casi 13 horas después de iniciada la manifestación.
El presidente Andrés Manuel López Obrador recibió la semana pasada a los padres de Hugo Carbajal y aseguró: “Se está atendiendo. Ya se tiene identificado al responsable. Lo está viendo Rosa Icela (titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana”. Sin embargo, Maureen Amaro, la madre del joven, descartó los dichos del presidente. “La única persona que ha dado aquí la cara es Ricardo de la Cruz Musalem (el subsecretario estatal regional de la Secretaría de Gobierno del estado de México)”, aseguró.
En las últimas horas la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) aseguró que Mauricio N, el presunto homicida de Hugo se había entregado de forma voluntaria. “El imputado se presentó voluntariamente, le asiste la presunción de inocencia”, explicaron desde la fiscalía. El presunto asesino fue ingresado al Penal de Barrientos, y Ricardo de la Cruz Matusalem aseguró que el detenido “laboraba como elemento de seguridad del salón Imperio”.