La espinaca “es un alimento lleno de propiedades y beneficios para la salud que se destaca por su gran aporte de fibra tanto soluble como insoluble (2,6 gr cada 100 gr de espinaca fresca), además de un bajo aporte de hidratos de carbono y baja densidad calórica (pocas calorías en mucho volumen)”, explica la nutricionista María Victoria Urraco.
Según la licenciada se trata de una verdura “rica en minerales (potasio, calcio, hierro, cinc y magnesio) y con altos niveles de vitaminas A, C y E, lo que hace que sea un alimento con grandes propiedades antiinflamatorias. Además, posee gran aporte de ácido fólico”. Perteneciente a la familia de las Quenopodiácea se puede cultivar en cualquier época del año.
Acerca del mito de Popeye
Son tantos los beneficios de la espinaca que hace varios años atrás se creó la serie Popeye. El protagonista de la tira animada adquiría una especie de súper fuerza cada vez que abría una lata de esta verdura. Gracias a la ingesta siempre resultaba el ganador ante la lucha con el villano.
Desde la tele el equipo creativo lograba convencer a muchos niños que si se comía espinaca éramos súper fuertes. Incluso la situación fue aprovechada por muchas madres. La popularidad de Popeye el marino aumentó el consumo de esta verdura en el mundo entero.
Sin embargo, esta creencia era parte de un error. “Después de la Segunda Guerra Mundial, las autoridades sanitarias estadounidenses empezaron a detectar un incremento de las anemias entre los niños. Cuanta más espinacas comían los jóvenes de la ‘generación Popeye’, más déficit de hierro tenían en la sangre”, explicaron en un estudio reciente.
“La causa es que la espinaca no sólo no tiene tanto hierro, sino que además tiene ‘inhibidores de la absorción’ del hierro por el sistema digestivo”, detalló un informe del Consejo Argentino sobre Seguridad de Alimentos y Nutrición.