La doctora en Química María Claudia de Grossi ha dado algunos consejos sobre qué hacer con las sobras de comida durante las fiestas. En una entrevista, de Grossi señaló que las bacterias pueden formar estructuras muy resistentes llamadas esporas que no necesariamente se eliminan con la cocción y que pueden estar presentes en vegetales, carnes y otros ingredientes.
Esto es importante tenerlo en cuenta para la cena de Año Nuevo. Si el enfriamiento de la carne es lento, puede haber una bacteria que se reproduce a los 42 grados cada dos minutos y que, al comer la carne, puede causar diarrea. Por eso, la especialista recomendó separar la carne del caldo al enfriar y meterlos en la heladera cuando estén fríos.
También afirmó que, aunque la comida no se vea mal o no tenga mal olor, en muchos casos puede no ser inocua debido a bacterias que crecen en la heladera y que pueden afectar a adultos mayores con tratamientos y a embarazadas. Por eso, recomendó calentar las sobras para estos grupos vulnerables.
Sin embargo, para personas que no pertenecen a estos grupos, la comida se puede comer hasta tres días después de ser preparada, y si no se va a consumir en siete días, lo mejor es congelarla. La especialista también aconsejó no poner toda la comida en la mesa durante Año Nuevo, sino dejar solo las porciones necesarias y guardar el resto, ya que hay una zona peligrosa de temperatura en la que las bacterias suelen proliferar.
Además, para dejar espacio en la heladera, las bebidas deben quedar afuera, en una "mezcla frigorífica" de agua, hielo y sal gruesa. De esta manera, de Grossi instó a recalentar las sobras si se va a consumir después de varios días y a tener precaución con el enfriamiento y el almacenamiento de los alimentos para evitar enfermedades.