Tener más gastos que ingresos reportados ante el SAT puede convertirse en un gran problema. Varios contribuyentes se preguntan cuáles son las consecuencias de encontrar esta discrepancia en las cuentas de la declaración anual de impuestos, la cual deben realizar personas físicas y morales (empresas) cada año entre marzo y abril.
Tener más gastos que ingresos será considerado por el SAT como una discrepancia fiscal. Según la Ley de Impuestos Sobre la Renta (ISR), la primera consecuncia será pagar los impuestos correspondientes a la diferencia. Además, el fisco pedirá justificación de dicha discrepancia, ya que puede existir un ingreso no detectado al momento.
Una vez que la persona reciba el aviso del SAT deberá presentar pruebas y explicar por escrito el origen de la discrepancia. Se cuentan con 20 días hábiles para justificar todo. Si no se logra dar explicaciones, el fisco aplicará el ISR en los ingresos omitidos y no declarados, además de solicitar la multa que considere según la situación del contribuyente.
En caso de que sea una discrepancia notable, la sanción no solo será económica: si se la considera defraudación fiscal, se habla de un delito que va de los 3 meses a los 9 años de cárcel. La Ley faculta al SAT para analizar o vigilar sus gastos, los cuales van desde compras, depósitos bancarios, inversiones e historial de tarjetas de crédito.
Aunque las personas tienen libertad de depositar o recibir dinero sin necesidad de notificarlo, los bancos tienen la obligación de informar sobre los depósitos en efectivo que superen los 15 mil pesos de algunas cuentas bancarias que estén siendo investigadas por el SAT. En esta situaciones, se debe declara el ingreso con los depósitos para evitar una revisión.