La Torre Eiffel, que se encuentra en París, representa una parte del patrimonio nacional de Francia. Este símbolo nacional, sin embargo, nació para ser efímera, pero sigue allí. Cuando el ingeniero civil Gustave Eiffel finalizó su construcción en el año 1889, el objetivo era que fuera una obra temporal.
En concreto, fue diseñada para durar 20 años en Francia, pero se salvó. La ayuda llegó gracias a los experimentos científicos promovidos por el creador de la Torre Eiffel y, en concreto, a su tremendo valor para establecerse como una útil antena de radio.
La Torre Eiffel mide 30 metros y se construyó con motivo de la Exposición Universal de 1889, fecha que marcaba el centenario de la Revolución Francesa. Por lo tanto, su objetivo era embellecer Francia algunos años.
La Revolución Francesa, celebrada en su momento con la creación de la Torre Eiffel, tenía como objetivo eliminar el derecho divino de los reyes en Francia y acabar con las dictaduras para instaurar un sistema de gobierno democrático. Hoy en día sigue siendo un acontecimiento muy importante en la historia de Francia.
Las primeras excavaciones para construir la Torre Eiffel se realizaron el día 26 enero 1887. El día 31 marzo 1889 finalizó la construcción de la torre en un tiempo récord (2 años, 2 meses y 5 días), lo cual se consideró una auténtica hazaña técnica en toda Francia.