La Trombosis tiene hoy, 13 de octubre, su día mundial en un año dedicado a la prevención y tratamiento del accidente cerebrovascular. Con la consigna de la Sociedad Internacional de Hemostasia y Trombosis (ISTH por su sigla en inglés) ‘La vida debe fluir’, el Grupo Cooperativo Argentino de Hemostasia y Trombosis (CAHT) incorporó a la campaña de prevención: ‘El tiempo es cerebro’.
El accidente cerebrovascular (ACV) puede producirse por obstrucciones vasculares (isquémicos) o ruptura de vasos (hemorrágicos). Aproximadamente 85% se deben a isquemia cerebral (ACV Isquémico) por la interrupción del flujo arterial o venoso cerebral provocado por la formación de coágulos (trombosis) que se producen en las arterias intra o extracraneales del cerebro, o por la migración de coágulos desde el corazón (cardioembolismo), o por la migración de coágulos desde el sistema venoso profundo de piernas o brazos, denominadas embolias paradojales.
El accidente cerebrovascular es una de las principales causas de morbimortalidad combinada en el mundo entero, afectando a 15 millones de personas por año. “Según proyecciones a nivel nacional a partir de los datos del Estudio Epidemiológico Poblacional sobre Accidentes Cerebrovasculares (EstEPA)[1] en Argentina el 2% de la población mayor de 40 años vive con secuelas de un ACV previo, lo que representa más de 340 mil personas; además cada año se producen entre 50.000 y 60.000 nuevos casos”, afirmó el Dr. Sebastián Ameriso, Jefe del Departamento de Neurología y Jefe del Centro Integral de Neurología Vascular del Instituto FLENI.
Otros resultados de la investigación son la confirmación de la hipertensión como el principal factor de riesgo de accidente cerebrovascular (asociada en el 88% de los casos), la alta frecuencia de las apneas obstructivas del sueño en pacientes con ACV (51%) y las dislipidemias (46%). “Un ACV no termina con el tratamiento en la fase aguda. Actualmente, el 70% de las personas que lo han sufrido tienen secuelas que afectan su calidad de vida. Además, el riesgo de recurrencia es alto, principalmente en los días posteriores al tratamiento. La mejoría de las secuelas generalmente se da con paciencia, esfuerzo y rehabilitación”, completó.
En opinión de la Dra. Dolores Puente, médica hematóloga, miembro del Comité Organizador del Día Mundial de la Trombosis en Argentina del Grupo CAHT, “gracias a la educación continua se ha logrado prevenir el infarto cardiaco, donde la aparición del dolor de pecho motiva la consulta que lleva al tratamiento de la enfermedad coronaria. Lamentablemente no existe la misma concientización con respecto a la aparición de síntomas neurológicos transitorios (accidente isquémico transitorio –AIT), como la dificultad de mover un brazo o pierna o los músculos de la cara, trastornos en el habla, cefalea, vértigo, mareos o trastornos visuales que si se diagnostican tempranamente y se intenta disolver el coágulo (trombosis) en las primeras cuatro horas, evitan la isquemia definitiva con la muerte irreversible de las neuronas del cerebro, de allí la afirmación de que ‘El tiempo es cerebro’”, afirmó.
Los especialistas en Trombosis se encargaron de insistir en que para llevar una vida sana es fundamental aprender a tener un cuerpo sano, y que esto se logra con una correcta alimentación, con actividad física frecuente, con corrección del exceso de peso, de la hipertensión arterial y de la diabetes.