Casi todas las personas en algún momento hemos presionado el botón de borrado en nuestras computadoras, porque así lo deseamos para liberar espacio o por error. Sin embargo, hay una duda que surge constantemente y es ¿A dónde van a parar esos archivos que “eliminamos”? ¿Realmente desparecen?
Frecuentemente, al eliminar un archivo, lo enviamos a la papelera, creyendo que se ha borrado por completo. No obstante, en realidad, solo lo hemos trasladado a un rincón virtual que prohíbe su uso o ejecución. Estamos, en esencia, moviendo el archivo de un armario a otro, solo que la papelera tiene una fecha de autodestrucción programada.
Dentro de la papelera, la ubicación del archivo en el disco duro persiste, pero se vuelve invisible para el sistema operativo. Imagina un video: cuando está en su lugar, puedes reproducirlo, pausarlo y avanzar sin restricciones. Sin embargo, en la papelera, los datos siguen ahí, solo que la reproducción queda bloqueada. Datos de Technopedia y Office Solutions It señalan que la papelera, además de ser una carpeta de eliminación, es también un salvavidas digital. Si borras algo por error, la papelera ofrece una segunda oportunidad antes de que el contenido desaparezca.
¿Es posible borrar un archivo por completo?
Para lograrlo, debes vaciar la papelera, pero ¿realmente desaparecen los archivos? En esencia, no. Un rastro, un "registro" en código binario, permanece. Aunque no en todos los casos, hay posibilidades de recuperación futura mediante técnicas adecuadas. La verdad es que el archivo queda en el disco duro como un código binario, y mientras no se escriba un nuevo cambio (como una recuperación), otro archivo puede sobrescribir ese espacio.
En resumen, mantener un respaldo es crucial. Si eliminamos algo por error, aunque no se borre completamente, garantizamos su recuperación. En el mundo digital, los rastros persisten, y es sabio proteger nuestras posesiones virtuales.