Desde el 2011, WhatsApp se transformó en una de las aplicaciones de teléfono móvil más utilizadas por los ciudadanos de México y Latinoamérica. En la última década, se convirtió en una herramienta de uso diario que habilita a sus usuarios a estar comunicados en todo momento y lugar, tan solo con una conexión a internet.
Desde que Meta compró WhatsApp, la aplicación de mensajería instantánea no sirve solo para ser utilizado en el ámbito social o familiar, sino que -debido a la pandemia- también empezó a ser muy usado en el entorno laboral por las nuevas funciones que la compañía añadió.
Una de las últimas está vinculada a la ciberseguridad. Con las actualizaciones más recientes se dificulta más el trabajo de los espías. Además de las clásicas configuraciones de bloqueo de pantalla con contraseña, PIN, huella digital o Face ID es importante tener otra contraseña para la misma aplicación, una alternativa que está disponible en la configuración de privacidad de la app.
Por otra parte, es indispensable no compartir el dispositivo ni la cuenta de WhatsApp con otras personas. En el caso de que tengas que compartir información, debes utilizar medios más seguros y privados como el correo electrónico y las aplicaciones de mensajería cifrada de extremo a extremo.
Como último recurso tienes que evitar responder mensajes de WhatsApp sospechosos porque en algunas oportunidades lo hackers buscan obtener acceso a la información privada de las personas mediante phishing. Debes asegurarte de mantener actualizado el sistema operativo y las aplicaciones porque siempre traen mejoras en la seguridad digital.