WhatsApp se ha convertido en una de las aplicaciones de mensajería instantánea más populares del mundo gracias a su buen funcionamiento y su constante mejora en funciones. Recientemente, la plataforma ha añadido una nueva función llamada "Estado secreto", que permite a los usuarios compartir una imagen, video o texto con un grupo selecto de contactos en lugar de con todos los contactos agregados.
De esta manera, lo que se comparte solo será visible por las personas elegidas durante las próximas 24 horas. Además, WhatsApp ha agregado una opción para que los usuarios puedan ver y hacer un seguimiento de todas las acciones que se realizan en la aplicación, como la cantidad de mensajes y llamadas enviadas y recibidas, los estados publicados, los contactos bloqueados, los grupos y los usuarios frecuentes con los que se conversa.
Sin embargo, la privacidad de los usuarios puede verse comprometida con esta nueva función, ya que cualquier persona que tenga acceso al celular podrá ver toda la información de la cuenta de WhatsApp, lo que podría resultar en problemas para parejas celosas o sospechosas de infidelidad. Además, la aplicación puede ser el escenario de "microinfidelidades", comportamientos mínimos que dañan la relación entre las parejas comprometidas, como el coqueteo encubierto o la comunicación con terceros de forma emocional o sexual.
La psicóloga y sexóloga Sandra López explica que, a diferencia de la infidelidad, que implica una relación sexual o emocional con otra persona, las microinfidelidades implican una comunicación más íntima con terceros, ya sea por WhatsApp y otros medios, pero no llegan a concretar un encuentro físico con la otra persona. "Es una forma de deslealtad en la que caen las personas comprometidas, solo que a diferencia de los tipos de infidelidad más recurrentes, estas ocurren de una manera tenue y con ayuda de la tecnología", dice López.
Nichi Hodgson, autora de un libro sobre citas, explica que la "microinfidelidad" no es algo nuevo o de la era WhatsApp, ya que las personas siempre han coqueteado de diversas maneras, como mediante cartas inapropiadas en el siglo XVIII. Lo que ha cambiado es que la tecnología ha hecho que el microcheating sea más fácil que nunca, ya que permite la comunicación en secreto y el engaño.