Un Wi-Fi fluido y eficiente es esencial para disfrutar de una amplia variedad de actividades, desde el entretenimiento con series, música y películas, hasta el funcionamiento de dispositivos inteligentes, aplicaciones laborales y académicas, así como reuniones virtuales.
Sin embargo, en ocasiones, mantener una conexión estable puede ser un desafío debido a varios factores. Entre los motivos principales que pueden afectar la calidad de tu internet se encuentran el ancho de banda contratado, el tipo de conexión (satelital o fibra óptica), la versión de tu router, la sobrecarga de dispositivos conectados y, especialmente, la ubicación.
Ante esto, te daremos algunos consejos que puedes poner en práctica para mejorar la señal de Wi-Fi. Uno de ellos es que se recomienda ubicarlo en el centro de la casa, lo que permitirá que la señal se distribuya de manera uniforme a tus dispositivos. Evita ubicarlo cerca de electrodomésticos, paredes gruesas u objetos metálicos. Ahora, toma nota:
- Actualiza el firmware de su enrutador. Los fabricantes de enrutadores suelen lanzar actualizaciones de firmware que incluyen correcciones de errores y mejoras de rendimiento. Para actualizarlo, consulte el sitio web del fabricante de su enrutador.
- Cambia la configuración de su enrutador. Puede cambiar el canal de Wi-Fi a uno que esté menos congestionado. También ajustar la potencia de transmisión de su enrutador. Una potencia de transmisión más alta proporcionará una señal más fuerte, pero también puede causar interferencias.
- Usa un adaptador Wi-Fi de malla. Crea una red inalámbrica más amplia y estable que un solo enrutador. Los adaptadores Wi-Fi de malla están conectados entre sí, lo que ayuda a crear una señal más fuerte y uniforme.
Si a pesar de seguir estos consejos sigues teniendo problemas de conexión, lo más recomendable es contactar a la empresa prestadora del servicio para verificar si hay algún problema técnico.