Steve Jobs fue uno de los genios innovadores más grande de la época moderna, ya que con su grandísima visión logró participar en la era de los avances tecnológicos, llegando a ser un pionero al crear computadoras y teléfonos celulares que hasta el día de hoy son marca autorizada y muchos poseemos.
Pero una cosa que distinguió a este empresario, fallecido en 2011 como consecuencia de un gravísimo cáncer, es todo el misterio que rodea a su figura y a las excéntricas acciones que realizaba y que despertó un grandísimo interrogante y fue sin dudarlo la costumbre de cambiar de auto cada seis meses y lo que aún extrañaba más, nunca llevaba matrícula en sus coches.
Steve Jobs era rico y podía permitirse cambiar de vehículo cada seis meses, la particularidad de esta personalidad es que tenía el mismo Mercedes-Benz SL 55 AMG nuevo dos veces al año, algo bastante extraño. La respuesta a este histórico interrogante respuesta es más sencilla de lo que parece. La razón de esto es que en California hay una ley que permite circular con un coche nuevo sin matricular los primeros seis meses desde su fecha de alta.
Por lo tanto, Steve Jobs alquilaba un coche nuevo sin matrícula y, a los seis meses, cuando por ley tenía que matricularlo, lo cambiaba por otro nuevo, y el ciclo volvía a empezar. "Steve (o alguien cercano a él) descubrió una laguna en las leyes de vehículos de California. Cualquiera que tuviera un coche nuevo disponía de un máximo de seis meses para colocar en él la matrícula emitida", se explica en una antigua entrevista de ITWire. Sabiendo esto, Jobs llegó a un acuerdo con la empresa de leasing: siempre cambiaría de coche durante el sexto mes de alquiler, cambiando un Mercedes SL55 AMG plateado por otro idéntico. En ningún momento estaría en un coche con seis meses de antigüedad, por lo que no había obligación legal de colocar las matrículas
De acuerdo a lo que figura en la biografía del cofundador de Apple, Walter Isaacson señala que Jobs quería una matrícula sin número para evitar que le siguieran la pista, pero cuando se le ha preguntado en las entrevistas posteriores a la publicación del libro sobre su biografía, el autor no ha aclarado esta afirmación, así que seguirá siendo todo un misterio. Otra particularidad que nunca se dignó a revelar Jobs fue su afición a aparcar en el hueco para minusválidos del aparcamiento