¿Te has preguntado alguna vez si algo de nuestro cuerpo sigue creciendo después de morir? Es una pregunta curiosa y, como existen muchos mitos al respecto, hablaremos de esto de una manera fácil de entender y la respuesta corta es no ya que el metabolismo se detiene por completo.
Esto, entonces, derrumban esos comentarios sobre que el pelo y uñas siguen creciendo. Lo cierto es que esto tiene una explicación y es que tras la muerte, el cuerpo inicia la pérdida de agua provocando la contracción de la piel y otros tejidos blandos, generando una aparente confusión visual.
La impresión de que estas partes están más largos de lo habitual se debe al encogimiento y no a un crecimiento real. Cabe destacar que tanto el crecimiento del cabello como de las uñas, a pesar de ser procesos activos durante la vida, se detienen al abandonar este mundo. Otro es que las orejas y la nariz nunca dejan de crecer.
Esto tampoco es cierto. Lo que sucede es que, cuando envejecemos, el cartílago que forma nuestras orejas y nariz pierde un poco de flexibilidad. Así que, aunque no están creciendo como el pelo o las uñas, se ven un poco más grandes porque el cartílago ya no es tan elástico. Comprender estos procesos biológicos contribuye a desmitificar concepciones erróneas y nos recuerda que, incluso después de la muerte, existen explicaciones científicas para estos fenómenos aparentemente extraordinarios.