Buscar un hijo es un objetivo que persiguen muchos individuos. Si estás contemplando la posibilidad de concebir, es esencial conocer aquellos hábitos que podrían afectar tu fertilidad. Tanto la alimentación como el estilo de vida desempeñan un papel crucial en este aspecto.
La infertilidad afecta aproximadamente a una de cada seis parejas y, en muchos casos, está vinculada a factores externos, como el modo de vida de la pareja e incluso condiciones climáticas, que pueden incidir en la capacidad de concebir un hijo. Los hábitos juegan un papel determinante en el proceso, y adoptar ciertas rutinas puede incrementar las probabilidades de embarazo.
"Llevar a cabo los hábitos necesarios en el presente puede ser clave en el futuro. Pese a que la pareja no contemple ahora tener un bebé, mantener un buen estilo de vida puede ser clave para cuando decida dar el paso”, señalan los expertos. Estos son los detalles que debes tener en cuenta para evitar dolores de cabeza.
- Es recomendable regular la temperatura de la ducha y no excederse, ya que “ducharse con agua muy caliente puede interferir en la calidad del esperma”.
- Las pocas horas de luz durante el invierno pueden desencadenar una falta de vitamina D, que es la que “mejora la calidad del tejido ovárico y del endometrio”, por lo que es importante tenerla en cuenta.
- Comer sano y procesar bien los alimentos es crucial, porque si no, la persona puede exponerse a situaciones de ansiedad.
- Adaptar el consumo de Omega 3, a través de supernutrientes de temporada como el aguacate, o bien antioxidantes, como los frutos rojos, imprescindibles a la hora de mejorar la fertilidad.
- Las Vitaminas C y D y el ácido fólico tienen también una función imprescindible y se pueden obtener con ciertos suplementos o alimentos de invierno, como los cítricos.