Estar embarazada desencadena alteraciones en diversos sistemas y órganos de las mujeres, impulsadas por niveles hormonales elevados durante este periodo.
Según un reciente estudio publicado en la revista Nature Neuroscience, el proceso conllevan cambios hormonales, inmunológicos y ambientales únicos, y el cerebro femenino experimenta modificaciones anatómicas desde el inicio del embarazo y después del parto, revelando mecanismos de neuroplasticidad particulares.
Antes de dar a luz, el cerebro de las mujeres embarazadas ya presenta diferencias anatómicas significativas en comparación con el de aquellas que no están embarazadas. Estos hallazgos podrían contribuir a la prevención y tratamiento de condiciones como la depresión posparto, que afecta a una de cada cinco mujeres, al proporcionar una comprensión más profunda de los cambios.
Se observaron cambios en las redes cerebrales, incluida la red neuronal por defecto y las regiones vinculadas a la atención, en las mujeres embarazadas. Aunque un mes después del parto algunos cambios cerebrales inducidos por la gestación se restablecen durante el posparto, persisten en otras áreas, generando preguntas sobre su duración y posibles efectos a largo plazo.