Cocinar en casa es una actividad que va más allá de la simple preparación de alimentos; es una experiencia saludable y gratificante que puede resultar sumamente divertida cuando se realiza con amor y dedicación. A pesar de que demanda tiempo y paciencia, los resultados suelen ser sumamente satisfactorios.
Además, para muchas personas, esta actividad se convierte en una actividad terapéutica que les permite desconectar de las tensiones y preocupaciones cotidianas. Uno de los utensilios más usados es la sartén, ya que por lo general cuentan con superficies antiadherentes que facilitan, sobre todo, la limpieza.
Sin embargo existe una técnica infalible que mejorará la vida útil de este elemento y tiene que ver con un proceso de 'curación'. ¿Para qué sirve esto? Sirve para formar una capa protectora conocida como pátina, que mejora la antiadherencia y la durabilidad del sartén de hierro fundido. Si no sabes cómo hacerlo, te dejamos el paso a paso para realizarlo. Toma nota.
- Lava el sartén con agua caliente y un cepillo o esponja no abrasivos para eliminar cualquier residuo. Evita usar jabones fuertes, ya que pueden eliminar la pátina.
- Sécalo completamente con una toalla para evitar la oxidación.
- Aplica una capa delgada de aceite vegetal o de cocina en todas las superficies del sartén, tanto el interior como el exterior.
- Coloca el sartén boca abajo en un horno precalentado a una temperatura moderada (aproximadamente 200-250°C) durante una hora.
- Apaga el horno y deja que el sartén se enfríe dentro del horno.